B#urdo#
Somos máquinas de eludir,
de eludirnos más bien,
esto tiene cambios, placeres, pero
siempre es
eludir al fin o al
cabo;
al cabo de unos
cuantos triunfos
o al final de
una pocilga.
no podemos
entender cómo, ni cuando;
sólo sabemos dónde.
Somos máquinas
silenciosas y cautas,
somos risas en
llantos maltrechos,
privilegio de
pocos es darse cuenta,
bondad de muchos
ignorarlo.
Sólo sabemos lo
que nos enseñan,
lo que nos
cuentan,
pero,
en realidad, tal vez-
la única virtud,
está
en -entender-
por si mismos
con quien, donde y
como debemos seguir.
Perdemos el
tiempo
muchas, millones
de veces en porquería que nos aturde y nos ciega,
buscamos nexos que
nos ayuden a entender,
perdemos el tiempo
en risas falsas
en torpeza,
nos tiramos a políticos
hablamos de paz y de unidad.
BIEN,
podridos estamos
de tanta mentira purulando calles y televisores
de eso ya sobra mucho y muchos,
¿Por qué no podemos
simplemente
apagar todo
y sentir el aire?.
Triste desdén
acumulado en años
líneas coléricas
sumisas y turbias,
no hacen más que arañar estas letras,
cuantos póstigos
de tristeza tendrán que huir,
para alcanzar el
fin
para no desteñir
Flores marchitas
somos,
maquinas programadas,
viejas-
corroídas –enmohecidas-
somos tinte sin
color,
somos sabiduría
sin hermosura
ocurrente.
Criamos a nuestros
hijos odiando nuestros errores,
no nos acordamos
de nada bueno,
usamos su
nacimiento para tapar heridas pasadas,
los culpamos de nuestros
errores sin
siquiera haber
nacido.
Hasta cuando
esperaremos
la luz que todo
acoge
el viento que todo
empuja.
Sin embargo,
nunca olvidemos;
que sólo somos
máquinas viejas,
piezas,
que si no
resaltamos, distinguimos, peleamos, aturdimos;
tal vez seremos
una más de muchas,
de este mundo
podrido
y burdo.
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