domingo, 3 de octubre de 2010

Lágrimas

Mentes subversivas
buscan su ira en desidia,
en penuria.
Toda ocasión de existir,
yace en el continente
ardiente de la mente,
mente que busca plasmar
ocasos en apariencia.

Mentes que entienden
cuan mal entendidos
estamos de eso.
Pueden saber mucho
acerca de lo que probamos
o lo que dejamos,
entender que no queda
otra manera
de sobreponerse
a lo superficial
que el ignorar,
tener miles de amigos
es buscar el éxito
con la gratuidad
de la apariencia.

Con la igualdad
de un desvalido,
Intentamos
CREERNOS PODEROSO,
hiriendo a los demás
Mintiéndonos nosotros mismos
y a los que amamos
Por ser
Para qué ser?,
si no encontramos nuestro ser.

Para de entender que existes,
porque ni siquiera te has dado cuenta
de lo que tu alrededor te entrega,
de la vida
que oculta su ser
en el otoño infernal
de nuestras lagrimas.

De lo insano
y aterrados que nos sentimos
al estar ahí.

Vientos huracanados
de nostalgias pasajeras
de heridas abiertas,
sin costra titánica
que pueda cubrirla.
Aberturas que hablan
de pasajes de nuestras vidas
de injurias mal paridas
creadas por el odio
tal vez,
por la burbuja
que te mantiene
atado a tu inocencia
a tu falta de poder
a tus alas rotas.

Intentamos creer
que poseemos
el poder eterno
Intentamos creer
que la vida da más
de bien que de mal,
Pero sólo decimos
lo que los demás quieren escuchar,
Sólo decimos
lo que nos parece correcto decir,
por qué?
Porque todos lo dicen
Porque todos lo hacen,
si esos son tus por qué
entonces de que hablas.

Pendientes de un hilo
forjado en telas viejas
de arándanos claros,
de sufrimiento
temporero,
de insolación
cultivada en sangre.

Penderíamos de ese hilo
Eternamente
Luchando contra
nuestra existencia inútil.
Podríamos suplicar
buenas nuevas
cuando en verdad
sólo somos terrestres
suplicando ser escuchados.

Suplicamos ser escuchados
porque tenemos miedo
a morir sin dejar huella,
a morir sin entender,
a morir sin ser vistos
y/o recordados.

Pienso que todo
aquello
vale nada
si no sirves de tu ser
en el plato ingenuo
de lo desconocido.

El desconocimiento
yace en la habladuría,
yace en el escondite murmurante
de mil cigüeñas
que nunca existieron.

El cuento de mil
y una noche,
tú lo viviste en dos segundos,
por qué dos?
porque en el primero lo viviste,
al segundo lo entendiste,
y ahora lo puedes compartir
viviendo eso.

2 comentarios:

Autora dijo...

ojala yo escribiera como tu.

engaño, es un subsidio mental
arriendo, prestaciones, imágenes falsas
pensamientos ilusos, creencia avara
todo surge en uno
todo se crea por otros
presencia y ausencia
preexiste por el terror
misterio de los pensamientos,
simple ignorancia
no hay que temer,
si no existe un pensar
no creo un camino, solo sigo pasos
y vuelvo al ciclo de la sociedad.

asi me senti cuando lei lo que escribiste

inexpugnable dijo...

=) me gustó lo que escribiste, slds andre!