No hagas que me pierda,

en este océano sin olas,

en este olvido sin tiempo,

en este aire en silencio.

No hagas que me pierda,

en este espacio ínfimo,

en este río seco,

en este sol sin cero.

No hagas que me pierda,

en esta orilla triste,

en estas hojas secas,

en este crimen perfecto.

No hagas que me pierda,

en una montaña de argumentos,

es esta mirada al espejo,

en este submarino perplejo.

No hagas que me pierda

y se me acabe el oxigeno,

se me nuble el pensamiento,

que viva en silencio.

No hagas que me pierda,

y me ahogue en tinieblas,

que me resuma en dos palabras,

que me calle y muera.

No hagas que me pierda,

que aterrice de este vuelo,

que sepa que soy mortal,

que crea que esto es real.

No hagas que me pierda,

que los suspiros terminen,

que el olvido aparezca,

como murales cargados de

rutina, de tiempo,

deseosos de volar.

No hagas que me pierda,

no te atrevas realidad.